Antonio Afonso Moreno, Tonono. »La elegancia y sencillez personificada»


 

40 años sin Tonono. Vídeo de Canarias en Hora. Germán, Roque, Trona y Castellano historía de la UD LAS PALMAS hablan de Tonono.

Antonio Afonso Moreno, futbolísticamente conocido como Tonono, nació en Tenoya (Gran Canaria) el 25 de agosto de 1943 y falleció en la capital grancanaria, a la edad de 31 años, el 9 de junio de 1975. Se cumplen ya, por tanto, más de cuarenta años de su triste fallecimiento.

Desde muy temprana edad se inició en el fútbol jugando en los equipos de categorías inferiores y regional del Arucas, club al que perteneció hasta que el 9 de noviembre de 1961 formalizó su incorporación a la UD Las Palmas, aunque en los primeros meses continuó jugando en el Arucas de categoría regional.

Debutó en las filas de la UD Las Palmas el 18 de febrero de 1962, de la mano del técnico grancanario Paco Campos, quien lo incluyó en la formación amarilla que, en La Condomina, se enfrentaba al Murcia en encuentro correspondiente a la 24ª jornada de la Liga 61/62.

Aquel día, Campos alineó a: Ulacia; Tonono, Calixto, Aparicio; Santamaría, Ríos; Espino, Juan Luis, Erasto, Guedes y Torrent. El triunfo recayó del lado amarillo (0-1), gracias al gol obtenido por Juan Luis.

Tonono, desde entonces, ya fue titular indiscutible en la defensa amarilla. Disputó los últimos siete encuentros de aquella temporada -incluyendo el de su debut- y hasta su fallecimiento fue siempre titular. Tan sólo se perdió cuatro partidos en las 13 temporadas en las que vistió la camisola amarilla, totalizando 379 partidos de Liga, a los que hay que añadir 52 de Copa así como cuatro de Copa de la UEFA y dos de Copa de Ferias.

Su último partido vistiendo la camiseta de la UD Las Palmas fue el 31 de mayo de 1975 en La Rosaleda, frente al Málaga, en encuentro correspondiente a la Copa del Generalísimo.

Un defensa técnico y limpio

Antonio Afonso, 'Tonono', destacaba no sólo por la técnica de la que disponía -era el primero en sacar el balón jugado desde atrás y con mucho criterio-, sino por la limpieza con la que se empleaba sobre el terreno de juego. Esa limpieza y esa exactitud a la hora de recortar o rebañar balones a los rivales le valieron el apelativo cariñoso de 'El Omega', pues era tan preciso como un reloj suizo. Tal es así, que a lo largo de su trayectoria profesional tan sólo vio una tarjeta amarilla y una roja.

La tarjeta roja fue la primera. Acaeció en el transcurso de la temporada 1969-70, concretamente en la jornada número 13, disputada el 7 de diciembre de 1969 y en la que la UD Las Palmas rindió visita al Sabadell en la Nova Creu Alta, siendo expulsado a los 44 minutos de partido por el colegiado vizcaíno Pelayo Serrano Sancristóbal. El choque finalizó con triunfo del conjunto arlequinado por 1-0, anotado por Vidal I.

Cabe señalar que, sin embargo, el capitán amarillo no fue sancionado por esta expulsión, pues el colegiado hizo constar en el acta que había equivocado su apreciación y la acción no era merecedora de tarjeta roja, por lo que pudo ser alineado en el siguiente encuentro, que enfrentaba a los amarillos con el FC Barcelona.

La cartulina amarilla la vería en la 5ª jornada de la temporada 1971/72, disputada el 3 de octubre de 1971, y en la que la UD Las Palmas visitó al Deportivo de La Coruña en el Nuevo Riazor. El colegiado catalán Vicente Forés Bachero fue quien le amonestó. Venció el Deportivo, entrenado por Arsenio Iglesias. por 1-0, gol anotado por Beci.

Dos goles históricos

Asimismo, durante su trayectoria como jugador profesional de la UD Las Palmas, Antonio Afonso, Tonono, anotó dos goles. Dos goles que fueron históricos, porque como queda demostrado no era, a diferencia de muchos otros, un defensa goleador.

Los aficionados amarillos tuvieron la suerte de que ambos goles los pudieron vivir en directo, pues los anotó en el Estadio Insular. El primero de ellos fue en la tercera jornada de la temporada 1964/65 -campaña en la que los amarillos retornaban a la Primera División-, en partido disputado el 27 de septiembre de 1964 frente al Atlético de Madrid de Otto Bumbel. Los rojiblancos se habían puesto 0-3 gracias a los goles de Ufarte, Collar y Luis Aragonés. Tonono descontó para los amarillos en el minuto 61, cuando lograba batir a Medinabeytia y, finalmente, Gilberto I anotó en el minuto 75 el definitivo 2-3 con el que acabó el encuentro.

El segundo gol tuvo más historia. Lo anotó en la 8ª jornada de la temporada 1973/74, en partido disputado el día 27 de octubre de 1973, con el Celta de Vigo como rival. En las filas amarillas debutaba ese día el portero internacional argentino Daniel Carnevali, y el Celta de Juanito Arza estaba dando mucha guerra a los amarillos del técnico francés Pierre Sinibaldi. El con- junto grancanario no encontraba ni el modo ni la manera de perforar la meta defendida por Sánchez, hasta que en el minuto 75 de partido, Tonono salió desde su posición de central con el balón controlado y comenzó a avanzar hacia el área rival. Todos esperaban que entregase el balón a alguno de sus compañeros más avezados en subir el balón y perforar las mallas rivales, como Germán, Justo Gilberto, León o Pepe Juan, por ejemplo, pero el aruquense se sintió a gusto y, sorteando rivales, se plantó al borde del área de la portería que estaba bajo la grada curva del Insular y allí que cobró un disparo fuerte, preciso y colocado que se introdujo en el portal de Sánchez por la misma escuadra.

El Insular estalló de júbilo, no sólo por lo que significaba aquel gol, sino porque lo había anotado Tonono, su gran capitán, y con todos los aficionados puestos en pie, fue muy emotiva la ovación, con casi cinco minutos de aplausos, brindada al aruquense. La UD Las Palmas ganó al Celta gracias a ese gol de Tonono.

 

Internacional en 22 citas

Tonono ha sido el grancanario que más veces ha defendido la camisola roja de la selección nacional militando en la UD Las Palmas. La vistió en 22 ocasiones desde que debutara frente a Checoslovaquia en Praga, el 1 de octubre de 1967, de la mano del entonces seleccionado nacional, Domingo Balmanya. El entrenador catalán ya le había llevado en dos partidos anteriores, uno en Wembley, el 24 de mayo, frente a Inglaterra, y el otro en San Mamés, frente a Turquía, pero en ambas ocasiones se quedó en el banquillo, junto al también grancanario Antonio Betancort.

Su último partido con el combinado nacional fue en el Estadio Insular, frente a Yugoslavia, en partido donde actuó como capitán y que finalizó con empate a dos goles. Fue el 19 de octubre de 1972 y era el primer partido que La Roja disputaba en tierras grancanarias. Correspondía el mismo a la fase de clasificación para el Mundial de 1974, que se disputaría en Alemania. En el partido de desempate, el conjunto plavi se impuso por 1-0 y dejó a España fuera del Mundial de Alemania.

La llegada de Ladislao Kubala al frente de la selección había cortado la inmaculada trayectoria de Tonono con la Roja, y el hispano-húngaro ya no le volvió a hacer jugar más, aunque le citó en una última oportunidad. Fue en un amistoso frente a Alemania el 24 de noviembre de 1973, en el Nocker Stadio de Stuttgart, con triunfo del conjunto germano por dos goles a uno. Los goles del cuadro teutón los anotó Jupp Heynckes, y el de la Roja lo hizo el valencianista Claramunt.

Tonono se quedó en el banquillo junto a Reina, Roberto Martínez y Quini, además de Rojo, Capón y Juan Carlos, quienes entraron en sustitución de tres compañeros a lo largo del encuentro.

En la selección española, Tonono formó un gran tándem defensivo con el gaditano Francisco Gallego -su gran amigo, junto al sevillista Enrique Lora-, jugador del Barcelona, dando grandes tardes de gloria a La Roja.

La anécdota sevillista

El blog 'Ayer y hoy sevillista', en internet, publicaba el 31 de enero de 2010 una anécdota a la que, por desconocida por muchos, hacemos referencia. Cuenta el autor en el blog que la amistad que se profesaban Tonono y Enrique Lora, jugador del Sevilla, además de con Paco Gallego, había llevado al gran jugador aruquense a hacer pública una frase que en el sevillismo les llegó hasta el corazón: "Llevaremos el escudo del Sevilla en nuestras solapas, hasta que retorne a 'su' categoría".

En una nota publicada en un diario sevillano y que reproduce el citado blog se podía leer: "Sorpresa en Bilbao, entre los periodistas que en el hall del hotel Avenida aguardaban la llegada de la expedición canaria que iba a disputar los puntos al Athletic vasco. Trona, Páez, Betancort, Tonono, Hernández, incluso el novel Roque, lucen en el uniforme, aparte del escudo bordado de su club, la Unión Deportiva Las Palmas, el emblema del Sevilla Club de Fútbol, en la solapa. Lógica curiosidad e inevitables preguntas. Tonono, por todos, ofrece la explicación: "Tenemos allí muy buenos amigos, y después del nuestro, el Sevilla es el equipo que más simpático nos resulta. Y lo pensamos llevar en nuestras solapas hasta su retorno a la Primera División, la suya".

"Simpática iniciativa que", señala la nota antes de continuar: "en las circunstancias actuales, hay que valorar en toda su dimensión y agradecer profundamente". Para finalizar: "Suerte, amigos canarios. Gracias y… hasta pronto".

Pepe Juan Suárez, excompañero de Tonono en las filas de la UD Las Palmas, señala también la afición de su excompañero por todo lo que tuviese que ver con Sevilla. "Era un admirador de la capital andaluza. Tal es así que hubo quien dijo en la propia Sevilla que los sevillanos tenían dos iconos: La Macarena y Tonono".

También Paco Gallego, su infalible escudero en la selección española, hace referencia a ese amor por Sevilla que sentía Tonono. "Antonio era un ferviente admirador del Rocío, y cada vez que podía se acercaba, para ir con Pedro Marcos, que formaba parte de una hermandad, y Enrique Lora".

La escultura de Arucas

Cuenta 'Ayer y hoy sevillista' que tras el fallecimiento de Tonono se organizó una misa funeral en su honor en la basílica de La Macarena, por la que el grancanario sentía ferviente devoción y allí mismo surgió la idea de hacerle un monumento y trasladarlo hasta Arucas.

Finalmente, esa idea partida de sus amigos sevillanos, entre los que se encontraba Pedro Marcos, que era secretario general del Sevilla, fructificó y hoy en día se puede contemplar el monumento con el busto de Tonono en las inmediaciones de la que fuera su casa en Arucas.


 

 

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