El premio al Mejor Curado de Gran Canaria 2016 anima a Quesos Angelita a seguir hacia delante en el camino de la excelencia, asegura su responsable, Carmelo Melián, tras alzarse con el mayor galardón del 23 Concurso Oficial de Quesos del Cabildo de Gran Canaria, celebra el consejero de Soberanía Alimentaria, Miguel Hidalgo.
Ubicada en la localidad de El Fregenal, en el municipio de Valsequillo, Quesos Angelita lleva el nombre por el que conocen a su madre, de 70 años, aunque realmente se llama María, aclara Melián, miembro de una saga familiar de ganaderos que compaginaba su trabajo en la construcción con las labores de la cabaña hasta que hace una década decidió dedicarse por entero a elaborar quesos.
“El premio es un reconocimiento al trabajo diario y me empujará a seguir para adelante cuando me levante a las 5.30 cada mañana, haga el tiempo que haga”, confiesa Melián, que cuenta con la ayuda de su esposa y de otras mujeres de la familia para elaborar los quesos.
El curado premiado llevaba once meses en una cámara especial de curación bajo la observación de Melián, quien lo volteaba cada día para garantizar la uniformidad de la pieza hasta untarlo finalmente con aceite, gofio y pimentón.
A este concurso en el que compitieron 39 queserías, Angelita presentó “con todo el cariño” otros dos queso, uno tierno y otro semicurado, aunque finalmente el curado fue el galardonado por el panel de expertos catadores y el voto popular.
Sin embargo, no es la primera vez que Quesos Angelita es reconocida en este certamen. En 2015 se llevó el segundo premio en la categoría de Queso Semicurado Mezcla, en 2014 y 2013 obtuvo el primer premio al Queso Tierno Mezcla y en 2012 fue la quesería con más galardones, al cosechar tres primeros premios, al Queso Curado Mezcla, Queso Semicurado Mezcla y Queso Tierno Mezcla.
Ese año también triunfó con una medalla de plata en el World Cheese Awards, el concurso más prestigioso del mundo, certamen al que volverá esta edición de la mano del Cabildo de Gran Canaria, que se encargará del envío de las muestras, recordó Higalgo.
Al igual que el curado premiado este año, todos sus quesos están elaborados con la leche de sus 120 cabras majoreras y sus 50 ovejas autóctonas, a las que alimenta con alfalfa, millo y paja, además de los pastos del Barranco de Los Cernícalos, enclave próximo a su cabaña.
Su rutina comienza antes del alba con la limpieza de los recipientes y el cuidado de los animales a los que ordeña con la ayuda de una ordeñadora, si bien todo el proceso de elaboración quesera es artesana, sin añadidos artificiales y a base de leche cruda, que calienta a 30 grados frente a los más de 70 de los pasteurizados, lo que le confiere a los quesos matices olfativos y gustativos únicos.
De sus animales puede obtener hasta 140 litros de leche al día para elaborar los quesos tiernos para su clientela que cada fin de semana acude a su quesería, situada en Valsequillo concentra más de una decena de queserías en sus apenas 40 kilómetros cuadrados.