TAL DIA COMO HOY (17-12-1790):

17 de diciembre de 1790: El que quizás sea el ícono más famoso de la cultura mexica (o azteca) emergió del suelo del zócalo de la capital mexicana un día como el presente. Fue José Damián Ortiz de Castro, maestro mayor de las obras urbanas, quien informó del hallazgo de la Piedra del Sol el 17 de diciembre de 1790. El monolito fue hallado a media vara del suelo (unos 40 centímetros de profundidad) y a 60 metros al occidente del entonces palacio virreinal. Este descubrimiento se produjo en la renovación del empedrado de la plaza, obra que había sido encargada por las autoridades virreinales.

A diferencia de lo ocurrido durante el periodo de la conquista, época en la cual muchas representaciones y obras artísticas indígenas terminaron destruidas, la piedra monolítica fue reconocida en su redescubrimiento como un objeto de gran valor cultural y puesta a disposición de los estudiosos. En cuanto a sus dimensiones, la piedra del sol mide 3.60 metros de diámetro y 98 centímetros de lado, pesando más de 24 toneladas. Dicho peso explica porque los obreros coloniales de finales del XVIII tuvieron que utilizar poleas para poder extraerla del suelo y manipularla.

Las representaciones presentes en la escultura guardan relación con la visión cultural del tiempo que guardaron los habitantes del antiguo México, aunque no es necesariamente un calendario. En el centro del monolito se encuentra el rostro del dios solar Tonatiuhdentro del glifo “movimiento” (Ollin), con sus dos manos. Además en cada mano, sus garras apresan un corazón humano, y su lengua está representada como un cuchillo de pedernal. Alrededor del símbolo central se encuentran representados los cuatros soles de cuatro edades: Nahui Océlotl (Cuatro Jaguar), Nahui Atl (Cuatro Agua), Nahui Quiáhuitl (Cuatro Lluvia) y Nahui Ehécatl (Cuatro Viento). Según la mitología nahua del Posclásico el mundo, tal y como lo conocemos actualmente, ha pasado por distintas eras de creación y destrucción, una creencia presente en otras mitologías de la región como fue el caso de la cultura Maya.

Al día de hoy la piedra del sol es una de las mejores muestras de la compleja cultura que guardaron los pueblos americanos antes de la llegada de los europeos y también se ha convertido en un símbolo nacional de los mexicanos. Incluso la imagen de esta escultura se ha plasmado en elementos tan diversos como monedas, estampillas e incluso las prendas del seleccionado de fútbol mexicano.

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