Hablamos de cine con Mario Hernández Sanginés

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Bienvenido al club presenta "Hablamos de cine con Mario Hernández Sanginés". Jorge Alemán y Mario Hernández hablan de cine de forma desenfadada y coloquial y a su vez con un profundo conocimientos del tema que va desde directores, actores, actrices, épocas, anécdotas, fotografía, guionistas…

La triología de Jhon Ford a la caballeria americana


Ford Apache (haz clic para ver tráiler de la película 3,04 minutos)

FORT APACHE (1948)

Director: John Ford.

Intérpretes: Henry Fonda, John Wayne, Shirley Temple, John Agar.

Película basada en un relato de James Warner Bellah. Con guión de Frank S. Nugent (“Centauros Del Desierto”, “El Hombre Tranquilo”).

El teniente coronel Owen Thursday (Henry Fonda) llega a Fort Apache junto a su hija Philadelphia (Shirley Temple). Su personalidad intransigente lleva a crear conflictos con los indios y con sus compañeros militares.

Sentido homenaje a la caballería americana por parte de John Ford, narrando la historia de una pequeña comunidad de soldados y oficiales en un apartado fuerte fronterizo. El film es un estudio psicológico de un hombre de clara similitud con el general Custe, en el que confluyen un cúmulo de impresiones positivas y negativas que determinan un legado falsamente heroico.

De nuevo Ford, como en “El Hombre Que Mató A Liberty Valance”, trata el dilema de la leyenda o realidad, del valor de la heroicidad, tomando como héroes reales a los ejecutores de los acciones sencillas y anónimas, gente manejada por las fórmulas existenciales más tradicionales como la amistad, la familia, el humor, la superación vital o el respeto desde la independencia personal.

Los dos personajes más interesantes son el teniente coronel Owen Thursday (Henry Fonda), amargado porque el ejército, institución a la que ha ofrecido su vida y al que sirve con escrupuloso orden, ha terminado enviándole a un puesto aislado sin posibilidad de recompensa y distinción. Es un hombre estricto y educado pero también clasista, jerárquico y racista, no duda en traicionar irracionalmente las voluntades de paz para conseguir la gloria militar como método de venganza personal por la injusticia que él cree que han cometido sus superiores.

Ford ofrece una dualidad sentimental hacia este personaje: el patetismo fisico y psíquico que ofrece en la batalla contrasta con las respetuosas palabras finales que John Wayne le dedica como velando su agrio y seco carácter.

El otro personaje es precisamente el interpretado por Wayne, el capitán Kirby York. Es un militar asentado en una colectividad casi familiar (“¿pero aquí todos se llaman O’Rourke?”, llega a preguntar en una escena Fonda), despreocupado de honores y servidor fiel a sus superiores, contento por compartir emociones cotidianas en su microcosmos como los imprescindibles bailes de confraternización.

Callado, independiente, amigo de los indios y conocedor de la estructura humana de sus compañeros discrepa con la deshumanización de su nuevo jefe aunque rara vez se revela y cuando lo hace es para normalizar la situación de un hombre ganado por una paranoia que le conducirá hacia un final trágico.

El maestro John Ford describe los sentimientos como nadie lo ha hecho. Sostiene un plano para retener un gesto, una mirada que suple a cientos de palabras, utiliza los escenarios y sus elementos de manera asombrosa, concede el ritmo necesario a la acción, conexiona diálogo e imagen como método descriptivo de manera siempre efectiva y concede profundidad a unos temas que definen a un hombre lleno de humanidad y respeto social, ejemplificado en la consideración y casi homenaje (por el comportamiento injusto de Owen hacia ellos) en el gratificante tratamiento al pueblo apache.

 


La legión invencible (haz clic para ver tráiler de película de 2,49 minutos)

Director: John Ford.

Intérpretes: John Wayne, Joanne Dru, Victor McLaglen, John Agar.

Película basada en un relato de James Warner Bellah. Con guión de Frank S. Nugent (“Centauros Del Desierto”, “Fort Apache”) y Laurence Stallings (“Tres Padrinos”, “Paso Al Noroeste”).

El capitán Nathan Cutting Brittles (John Wayne), veterano oficial de la caballería estadounidense a punto de retirarse de la carrera militar, tiene que enfrentarse a su última misión.

Western de John Ford que destaca por el colorista trabajo fotográfico de Winton Hoch, sus escenas de acción y la penetración psicológica de sus personajes.

Aunque la subtrama amorosa importe bastante poco, la observación sensible al microcosmos de la caballería, con un John Wayne sensacional en una de sus mejores interpretaciones, eleva a esta película de sus posibles flaquezas de guión.

El contraste entre experiencia y juventud en un ambiente de camaradería contiene todas las constantes éticas del universo fordiano desde un enfoque nostálgico y está tratado con un admirable equilibrio emocional. El personaje de Wayne es un claro referente de Ethan Edwards, protagonista del futuro y esencial “Centauros Del Desierto”

 


Río Grande  (haz clic para ver tráiler de película de 2,49 minutos)

RÍO GRANDE (1950)

Dirección: John Ford.

Intérpretes: John Wayne, Maureen O’Hara, Ben Johnson, Harry Carey Jr.

Después de suspender en West Point, Jeff (Claude Jarman Jr.) es destinado al destacamento dirigido por su padre, el teniente coronel Kirby Yorke (John Wayne), al que no ve desde que era un niño. Poco después llegará al lugar Kathleen (Maureen O’Hara), madre de Jeff separada de Kirby quince años atrás tras quemar la plantación de su familia durante la Guerra de Secesión.

Tercera entrega del maestro John Ford sobre la caballería estadounidense tras Fort Apache (1948) y La legión invencible (1949).

La película es una balada fordiana, amarga, triste y desencantada por momentos. Una de sus obras maestras menos reconocidas, pero no por ello menos importante, con un magnífico reparto encabezado por John Wayne (soberbio y contenido) y Maureen O´Hara, además de los tradicionales secundarios fordianos, como Ben Johnson, Víctor McLagen y Harry Carey Jr.(aportando el encantador humor de siempre).

El filme reflexiona sobre las relaciones familiares dañadas por los deberes de la guerra, cuyas cicatrices sólo podrán sanarse a través de la sinceridad, el amor y el orgullo contenido.

Ford se centra en este proceso de reestructuración familiar, dejando en un segundo plano la operación militar que se tiene que llevar a cabo contra los indios rebeldes.

El carácter baladístico de la película se ve reforzado gracias a la música de Víctor Young, y sobre todo a las canciones de Dale Evans, Stan Jones y Tex Owens. Inolvidable resulta el paseo nocturno de Wayne a orillas del Río Grande, reflexionando sobre lo que ha perdido y sobre cómo puede recuperarlo, mientras de fondo se oye “My gal is purple” cantada por algunos miembros del regimiento a la luz de una hoguera.

El creador de “Centauros del desierto” eligió el blanco y negro (gran fotografía de Bert Glennon y Archie Stout) para acentuar más esas luces y sombras que pululan por el alma humana y no la dejan descansar.

Bella y nostálgica obra, de lirismo visual y humano, orquestada con suma maestría por uno de los más grandes. De imprescindible visionado.

 

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