Tal día como hoy (15/02/1564): nació Galileo Galilei

Muchas veces más reconocido por el retrato que de él hicieron autores como Bertolt Brecht y Bertrand Rusell, el 15 de febrero de 1564 nació Galileo Galilei. Heredero algo tardío del renacimiento italiano, Galilei nació en Pisa cuando ésta pertenecía al Gran Ducado de Toscana. Fue el mayor de seis hermanos, hijo de un músico y matemático florentino llamado Vincenzo Galilei, que quería que su hijo mayor estudiara medicina. Los Galilei eran una familia de la baja nobleza y se ganaban la vida gracias al comercio. Atraído por la obra de Euclides, sin ningún interés por la medicina y todavía menos por las disputas escolásticas y la filosofía aristotélica, Galileo reorienta sus estudios hacia las matemáticas, encontrándose esta última disciplina en auge para dicho momento.
Desde 1604 se dedicó de lleno a realizar observaciones e investigaciones que le condujeron a grandes descubrimientos: descubrió la ley del movimiento uniformemente acelerado, comenzó sus observaciones de una estrella nova y «mostró» que los proyectiles seguían, en el vacío, trayectorias parabólicas. En 1609 adaptó un aparato que había caído en sus manos para sus observaciones astronómicas: el telescopio. Muchos citan al italiano como el inventor de este instrumento, pero la invención del mismo es dudosa y muy anterior al nacimiento de Galileo. Con el uso del telescopio, los descubrimientos realizados por Galilei se multiplicaron: las montañas de la luna, las manchas solares, las lunas de Júpiter y otros hallazgos más hacen parte de esta colección.
Por virtud de sus trabajos, Galilei terminó por ser una voz definitiva en apoyo de la teoría de Copérnico, la cual quitó la tierra del centro del universo y la puso como un planeta más que gira alrededor del sol. Esto le ocasionó serios problemas, pues esta teoría contradijo algunos postulados de la biblia. Pero este conflicto no puede definirse como una disputa de “toda” la Iglesia de la época contra Galilei como han hecho algunos autores. Si bien Galileo cosechó muchos enemigos y rivales a lo largo de su vida, también fue un personaje de mucho prestigio y con poderosas amistades. Incluso fue protegido por el papa Urbano VIII y el Gran Duque de Toscana Fernando II de Médicis. Aún dentro de la misma Iglesia católica de la época sus postulados recibieron el apoyo de algunos de sus miembros, recordando que el propio Copérnico fue un sacerdote católico.
De esta forma, el caso Galileo produjo una enorme división y polémica aún en su tiempo. Sin embargo, después de un largo proceso, los contradictores de Galileo terminaron por vencer y alegando que el heliocentrismo no contaba con el suficiente material probatorio y que además contradecía lo dictado por la biblia, lograron que Galilei fuese condenado en 1633 a una pena de prisión perpetua, y se le obligó a renegar de sus ideas. La tradición dice que después de cumplir con su arrepentimiento de viva voz, pronunció la famosa frase «Eppur si muove» («Y sin embargo se mueve») aunque ningún documento de la época deja constancia seria de esta afirmación y parece que fue inventada por Giuseppe Baretti un siglo después.
Galilei cumplió con su reclusión en su propia casa, gracias a las influencias que todavía mantenía entre los hombres poderosos de la época. Allí continuó con sus trabajos y experimentos. Falleció en 1642. Pese a distintas creencias erróneas que todavía se mantienen sobre su figura, Galileo fue ejemplo de la construcción de un conocimiento que tomó fuentes de validación y autoridad completamente distintas a las existentes hasta ese entonces y que sirvieron de base a los descubrimientos científicos de los siguientes siglos.