COMPORTAMIENTO Y BIENESTAR EN EL TRABAJO (2ª parte)
Continuación de la primera parte. Relacionado con esto, es necesario referirse al concepto de calidad de vida laboral, el cual es posible de ser abordado desde dos perspectivas:
· Desde el trabajador: combinando la percepción que tenga sobre la organización y las condiciones de trabajo con relación a sus necesidades y expectativas. La valoración que realiza sobre el sistema de recompensas, las oportunidades de crecimiento y desarrollo, el estilo de liderazgo al que se encuentra sujeto, el apoyo y cuidado otorgado por la organización, las condiciones de trabajo, las relaciones de trabajo y personales, desde su percepción y criterio personal.
· Desde la organización: considerando las acciones y orientaciones hacia la mejora de la calidad de vida del trabajador, más allá de la compensación económica. Las estrategias y políticas que adopte para mejorar la definición estructural, los puestos de trabajo, el diseño de actividades desafiantes y satisfactorias, el nivel de delegación de facultades, orientado hacia el empowerment, la autonomía, la participación, la seguridad y el reconocimiento, el trabajo flexible, la comunicación efectiva, la consideración hacia las tareas y hacia la persona.
Contemplando ambos enfoques de manera integral, surgen los aspectos principales que orientan hacia la calidad de vida laboral en condiciones de humanización del trabajo, confianza, compromiso, satisfacción y regulación o autocontrol adecuados, sosteniendo el bienestar del individuo y la salud organizacional, elementos clave para la supervivencia, el crecimiento y el desarrollo de los mismos.
La calidad de vida en el trabajo requiere entonces de múltiples acciones, que se traducen entre otras en: procesos y procedimientos diseñados, programas de capacitación, posibilidades de desarrollo personal, retribución justa, consideración por la vida personal y familiar, atención a las necesidades de esparcimiento, adecuadas instalaciones e infraestructura, líneas de comunicación abiertas, estabilidad y seguridad en el trabajo y una especial atención al balance entre la vida personal y el trabajo.
En los últimos años se han fortalecido líneas de investigación orientadas a un proceso de cambio organizativo, con la finalidad de conciliar la vida familiar y la actividad laboral, basado en un necesario cambio cultural.
En la búsqueda de este objetivo, se propone la conformación de equipos de trabajo con una modalidad de autogestión y multidisciplinarios, que sean capaces de definir su propia actividad, sus propios procesos, aplicando la flexibilidad en su horario de trabajo, en un contexto organizacional democrático. Este enfoque sienta las bases para el denominado “work & life balance” (balance de vida y trabajo).
Es necesario aclarar que abordar esta modalidad implicará para la organización un importante giro estratégico y una fuerte disposición a afrontar una demanda social creciente para alcanzar este balance, respondiendo a los requerimientos de los individuos así como al cumplimiento de los objetivos organizacionales. Este cambio sólo se logrará como resultado de un importante cambio en la cultura de la organización, desarrollando y aplicando nuevas políticas y acciones concretas.
Fuentes: Mg. Shirley Saunders.
Curación de contenidos: José Ramón Moreno Miranda
