Pedazo de Bolero:
Clic para escuchar "Desvelo amor" al piano.
Rafael Hernández Marín, también conocido como El Jibarito, (Aguadilla, 24 de octubre de 1891 — 11 de diciembre de 1965), fue un compositor puertorriqueño mundialmente conocido por sus boleros y canciones, principalmente El cumbanchero, Campanitas de cristal yLamento borincano. Fue una figura cimera de la música popular puertorriqueña durante el siglo XX.
La obra musical de Rafael Hernández constituye un legado de incalculable valor en el pentagrama de la música puertorriqueña e hispanoamericana. Su legado de arte al mundo abarca prácticamente todos los géneros musicales contando sobre 3,000 composiciones, entre las que se encuentran: "Lamento Borincano", "Silencio", "Ausencia", "Campanitas de Cristal", "Desvelo de Amor", "Preciosa" y la nana convertida en rumba, "El Cumbanchero" pero, quizás su canción más famosa sea “Lamento Borincano”, que ha sido grabada por numerosos artistas desde que se escribió. Ella representa las luchas del jíbaro puertorriqueño para poder subsistir; el arquetipo de un héroe que el pueblo puertorriqueño se ha identificado con muy de cerca. Identificarse con este pobre jíbaro, desanimado por su inabilidad de vender sus mercancías en la placita del pueblo puede ser interpretado como representación de la lucha propia de Puerto Rico por su identidad nacional e independencia en la cara de su historia colonial. Una de las versiones más viejas de la canción fue interpretada por Alfonso Ortiz Tirado Lamento Borincano.
Nosotros queremos traer uno de lo boleros más bellos creado por Rafael Hernández: Desvelo de amor.
Haz clic para escuchar la versión de Eliades Ochoa
Haz clic para escuchar la versión de Antonio Aguilar
Haz clic para escuchar la versión de Vicente Fernández
Haz clic para escuchar la versión de Compay Segundo
Haz clic para escuchar la versión de Rocio Jurado
Letras
Sufro mucho tu ausencia
no te lo niego
yo no puedo vivir
si a mi lado no estás.
Dicen que soy cobarde
que tengo miedo
de perder tu cariño
de tus besos perder.
Yo comprendo que es mucho
lo que te quiero
no puedo remediarlo
que voy a hacer
Te juro que dormir casi no puedo
Mi vida es un martirio sin cesar
Mirando tu retrato me consuelo
vuelvo a dormir y vuelvo a despertar
Dejo el lecho me asomo a la ventana
contemplo de la noche el esplendor,
me sorprende la luz de la mañana
en mi loco desvelo por tu amor.
